¡Ya está aquí la primavera! y aunque la lluvia no nos dé tregua, empezamos a estar cansados de la ropa de invierno, creo que es el momento de sacar del armario esa gabardina (trench) que para el frío es ligera y para el verano da calor, ademas se llevan muchísimo este año, nadie querrá estar sin una. Con nuestro aspecto nos pasa lo mismo, ya queremos tener un poco de color en la piel para lucir los colores primaverales. Está a nuestro alcance : El bronceado sin sol.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta si queremos conseguir un bronceado uniforme y de acabado natural es que la piel debe estar bien hidratada y exfoliada (libre de impurezas y células muertas. Exfoliar para rehidratar, la piel se vuelve suave y luminosa y se realza la belleza tanto en rostro como en cuerpo, de lo contrario, corremos el riesgo de que nos quede a «trozos», zonas más oscuras y zonas más claras.
Para la cara os recomiendo el exfoliante Pur de laboratorios Galènic, con agua floral de Meliloto, es suave y deja la piel con una suavidad extrema.
Para aplicar el auto-bronceador el mejor momento es por la noche. Despues de la exfoliación hidratamos y al rato ponemos por todo el rostro como si fuese la crema normal, ( cuidado con las entradas del cuero cabelludo, suave ), lavamos inmediatamente las manos y pasamos un poco el secador y ¡ya podemos irnos a dormir! mañana se verán los resultados.
Exfoliar el resto del cuerpo es muy sencillo y placentero. Ponemos en las manos un poco de exfoliante y en seco empezando por los tobillos realizando masajes enérgicos hacia arriba, cuando ya no resbale mojamos un poco las manos y seguimos, otro poco de exfoliante y así todo el cuerpo incidiendo en tobillos, rodillas y codos, que es donde hay más células muertas.
Nos metemos en la ducha y ahora le toca a los pies. Un masajito, y… ¡ que corra el agua !. El exfoliante de ARGANE CORPORAL AL JABÓN NEGRO para todo tipo de pieles es ideal. Tiene un perfume envolvente, deja la piel lisa, suave y limpia ( no se necesita gel). Después de esta ducha de sensaciones y con la piel seca, nos hidratamos y es el momento «bronceador». Aplicamos en las zonas donde queremos color, nos lavamos las manos y con el secador le damos el último toque. ¡ Mañana será otro día !