Empezamos el año haciendo unos cuantos própositos, pero a veces son difíciles de cumplir, por lo que será mejor ponerse metas superables. Yo esta vez voy a empezar por los pies, «ese par » tan importante…, y a veces tan olvidado.
Entre el pie y el tobillo hay 26 huesos, 33 articulaciones, y más de 100 músculos, ligamentos y tendones, toda una obra maestra de ingeniería a nuestros pies. ¡Aprovechémosla!
Los pies deben soportar todo nuestro peso y se merecen bastante más atención de la que normalmente solemos prestarles.
- Los maltratamos con calzados que los machacan.
- Los sometemos a esfuerzos sin tener en cuenta las posibles sesiones.
- Los sometemos a exceso a peso, y los pobres a ¡aguantar!
Son los grandes olvidados mientras tienen una buena salud, pero cuando molestan y duelen puede ser un auténtico martirio. Es fundamental cuidarlos antes de que aparezcan problemas de difícil solución.
Un propósito para este año bien puede ser hacer una visita al podólogo.
Si eres diabético debes tener un cuidado estricto ya que la circulación es peor, los tejidos tienen menos resistencia, menos capacidad de curación y por consiguiente, más posibilidades de coger una infección. Esa falta de riego provoca menos sensibilidad en los pies, por lo que la persona no nota dolor y tarda en actuar. Por otra parte, este déficit sanguíneo hace que la piel se vuelva muy seca y quebradiza estando más expuesta a heridas (caldo de cultivo para las infecciones).
En definitiva, esta patología requiere una atención especial para evitar lesiones graves e irreversibles.
- Revisa si tienes zonas enrojecidas, inflamación o alguna herida. Aunque no moleste hay que consultarlo.
- Hacer ejercicio. Es fundamental, ya que favorece la circulación de retorno.
- Evitar cruzar las piernas y no utilizar prendas muy ajustadas.
- Evitar andar descalzo, ni siquiera en casa, evitaremos heridas.
- Cuidarse del frío. Unos calcetines calentitos, incluso para dormir.
- Esmerarse con la higiene. Antes de la ducha limar las asperezas con una piedra pómez o un rallador para evitar las callosidades. Después es muy importante secarse meticulosamente, sobre todo entre los dedos. Por último una buena crema hidratante y regeneradora , haciendo un masaje por todo el pie.