Una de las funciones del cabello es proteger la piel de la cabeza de las agresiones medioambientales. El sol que como ya sabemos es un enemigo de la piel, también lo es del pelo, sin embargo parece que es el gran olvidado, y ahí está, en primera linea recibiendo con toda su fuerza las radiaciones UV y, por supuesto, el calor.
- Acostumbrarse a usar protector solar igual que lo hacemos con la cara y el cuerpo es imprescindible. Aplicándolo igualmente cada dos horas y siempre después del baño. Las consecuencias de estar con la cabeza al sol sin protección pueden ser de sensibilidad, ardor, eritema y descamación. En este caso lo más recomendable es: Lavarse la cabeza con un champú suave, aplicar una loción para después del sol y agua termal de vez en cuando para calmar.
- Nada de lacas, ni tintes, ni perfumes.
- Prohibido beber alcohol, nos produciría mas ardor y picor. De todas maneras los sombreros y las sombrillas deben ser nuestros aliados.
No olvidemos aclarar el pelo con agua dulce después del baño para que no quede cloro ni sal en él. Una vez en casa lavarlo con un buen champú y, al igual que hacemos con la piel, usar un acondicionador que nos calme y, una vez a la semana una buena mascarilla hidratante de largos a puntas, nunca en la raíz. Este champú que veis de Renè Furterer es fantástico, es el segundo año que lo uso y me encanta.
Tanto las radiaciones solares como las altas temperaturas alteran la cutícula capilar (una capa de células pegadas entre sí que cubren la fibra del pelo). Cuando esto pasa el cabello se vuelve apagado, encrespado y poco bonito. Si encima hay sal, cloro o sudor peor, ya que actúan como lupas. Si tenemos la cutícula en malas condiciones se alterará la melanina que da color al cabello y el resultado será que el color ya no es tan bonito ni tan brillante. Antes de ir al sol debemos lavar el pelo con un champú que nos hidrate ya que contiene un diez por ciento de agua y no queremos que se vuelva seco y sin brillo. El aceite de cártamo, hace efecto sellado. El de karité regenera y protege de los rayos del sol. Para mí son imprescindibles si quiero conservar el brillo y el color.
Si las temperaturas son elevadas y tenemos el pelo largo tendemos a recogerlo con coletas u otros peinados que si se llevan tirantes ayudan a que se pierda pelo debido a esa tracción continua. Ayudaría un recogido alto y no tirante.
Otro día más…