El sol en nuestra piel

Todos sabemos que el sol estimula la actividad mental, mejora el estado de ánimo, pero también sabemos que es el mayor enemigo de nuestra piel, la envejece prematuramente y además es el responsable de los cánceres de piel (melanomas). Así que mi mejor consejo es que lo tomes con moderación, evitando las horas centrales del día  (lo mejor del sol es la sombra), siempre con la protección adecuada a tu fototipo de piel . Y si estamos al sol en las horas de más radiación, protegernos también con sombreros, camisetas, etc….

El 80% de las manchas de la piel están provocadas por el sol. Para prevenirlas lo mejor es aplicar un protector solar alto ( 50 + ) y renovar su aplicación cada hora y media o dos horas. Las personas de piel pálida somos más propensas a padecerlas por lo que el cuidado, en nuestro caso, debe ser más exaustivo.

Los rayos infrarrojos, responsables de la sensación de calor, penetran más profundo que los UVA y UVB. Su acción eleva la temperatura de la piel y baja nuestras defensas frente al resto de las radiaciones solares.

El hecho de que salga un día nublado no impide que la radiacción solar nos pueda afectar, es más, estos días es cuando nos confiamos y luego vienen los disgustos. Los rayos atraviesan las nubes y nos pillan desprevenidos.

Hay una frase muy escuchada entre la población:¡ si yo no tomo el sol!, paseo, voy a la huerta…, ¡claro!  Pero el sol está ahí, no se retira. Hace más daño un rato todos los días que una semana de vacaciones en una hamaca. La piel tiene memoria y va sumando.

Hay que empezar a prepararse. Es aconsejable tomar suplementos con vitaminas, betacarotenos y licopenos,  Así resistiremos mejor las agresiones solares y obtendremos un mejor bronceado, más bonito y duradero.

Yo estoy tomando ( es ya el quinto verano)  Inneov solar, que ayuda a reforzar las defensas inmunitarias de la piel mejorando la tolerancia al sol. Desde que lo tomo no me he puesto roja, me salen menos pecas, manchas etc… en definitiva, el tono es mucho más homogéneo y dura más. Un comprimido en el desayuno o en la comida, ¡ así de fácil!.

 

 

 


 

 

 

¡Resultado final!

Después de tres semanas me reincorporo al trabajo, no se me ha hecho larga la mañana y aunque todavía llevo vendaje la cosa va bastante bien; sólo falta que los  puntos terminen de cicatrizar. Todavía no corro, pero ya puedo andar un poco más, ¡esto va viento en popa!

Tengo que agradecer toda la ayuda que he tenido en casa y todos los apoyos  que me han venido de fuera. ¡Gracias!. Este es el resultado final. ¡Ha merecido la pena!

Antes                                                                                      Ahora

 

Retirada de puntos y cambio de vendaje

A los catorce días de la intervención voy a quitarme los puntos (tres en cada pie). Al cortar el vendaje por fín veo mis pies. ¡ Ah !  Tienen bastante buen aspecto: un poco de moratón, algo de inflamación y el cosido de poco más de un cm. que el médico quita con todo el cuidado, aun así, el izquierdo, que era el que peor estaba, me duele un poco. Ya está, otra prueba superada… Betadine y vendaje nuevo, esta vez mucho más simple.

 

Me hacen radiografías… todo perfecto. Menuda diferencia el antes y el después, ¡es increíble!.

Vuelvo a casa un poco » dolorida». A partir de ahora toca hacer reabilitación: tengo que recuperar toda la movilidad posible y fuerza de los músculos del pie y también del tobillo, o o sea que,  ¡ manos a la obra !.

  • Empiezo flexionando los pies …  arriba  y abajo … cuento hasta diez. Con estos ejercicios no tengo dolor.  Ya estoy entrenada.

  • Siguiente ejercicio: flexiono los dedos… mantengo…  cuento hasta diez…
  • Flexiono los dedos, pero con ayuda de las manos, forzando un poco, para que se vayan estirando los dedos, (que no queden en garra)…  cuento hasta diez… duele….
  • Empiezo a ponerme de puntillas… tengo una toalla en el colgador… cojo las dos partes a la vez y consigo ponerme de puntillas, primero un pie y después el otro, así agarrada… otras diez veces…

Estos ejercicios los hago durante quince minutos, varias veces al día.

Los paseos cada vez son  más largos y en casa cada vez hago más cosas… ¡esto va fenomenal!… Hoy hace justo dos semanas de la intervención … he ido a la farmacia, de visita, y he venido cargada de energía… ¡como les he echado de menos!.

Continuará….

                                                                                                                       

 

 

Recuperación de la operación de Hallus Valgus (juanetes)

La noche de la intervención duermo diez horas, como un bebé, y me despierto ¡ con menos dolor que cualquier día normal ! con lo que me siento muy satisfecha, eso sí,  ¡ coja ! Al tener los dos pies vendados empiezan las dificultades para asearme. ¡ Huf !… ahora comprendo mejor las dificultades que tienen las personas con poca movilidad. ¡debo dejarme ayudar y mimar!  Eso hago. ¡ Buen desayuno con el antibiótico y el antiinflamatorio !

Toca ponerse con las piernas estiradas, coloco a mi lado el periódico, el libro, revistas  teléfono, mando de tele y las gafas de leer. Tengo mucho que leer atrasado, voy a aprovechar y ponerme al día.

 

Me muevo por la casa sentada en la silla de escritorio, ¡que grande se me hace la casa!. Pero aguanto muy poco sentada. Mi mejor postura es con las piernas estiradas, así que, delante del ordenador ¡ casi nada ! Mientras como también pongo las piernas encima de otra silla. Cuesta un poco hacer el aseo diario ¡que sudores! lavarse los dientes o limpiarse la cara, algo tan simple se vuelve complicado, pero voy superando obstáculos. No se pueden mojar los pies por lo que los primeros días me aseo por partes, pero llega el momento  «ducha» una bolsa en cada pie con esparadrapo de tela y encima papel film (de alimentos), bien envueltos, con ayuda inestimable, me meto en la ducha… ¡el agua hace maravillas!… ¡prueba superada!

Al cabo de unos días dejo la silla y empiezo a moverme apoyada en los marcos de las puertas, en las esquinas, en lo que se puede. Duermo fenomenal, no tengo dolor, hago ejercicios cada poco moviendo los pies en circulo, estirando, moviendo los dedos lo que puedo y también ejercicios para la espalda y para activar la circulación, que hago sentada y tumbada…. ¡ Hay que seguir en forma !

Tengo todo calculado, me levanto, me aseo, me arreglo … no he dejado de hacerlo ningún día, aunque me cueste un montón de tiempo. Los días se hacen largos.  ¡ Tengo que animarme !

Continuará…

Operación de Hallux Valgus o Juanete mediante técnicas microquirúrgicas

Estoy recuperándome de una operación de juanete (Hallux Valgus) en ambos pies. Llevaba mucho tiempo sufriendo. Mal hecho.  Hasta que me decidí a poner remedio. Yo creo que los primeros síntomas fueron los calambres, me daban a veces conduciendo, me tenia que parar. Era un dolor agudo y cada vez tardaba más en pasar.  He tomado antiinflamatorios, usado protectores ( el alivio fue rápido), baños por la noche, masaje, ejercicios para activar la circulación y estiramientos. Me hacían la vida más fácil, pero el problema seguía ahí, hasta que ya no he aguantado más.

He sido intervenida de exóstosis dorso-medial de la primera cabeza metatarsiana de ambos pies en grado muy acusado, con bursitis e higroma más acusado en pie izquierdo. La operación se ha realizado con anestesia local, eso sí, con un relajante para ir tranquila.

 

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La intervención a la que he sido sometida ha sido realizada mediante técnicas microquirúrgicas,   a pesar de lo cual no deja de ser una intervención de importancia, por lo que no deberé forzar mis pies para la buena consolidación de los huesos, buena recuperación y resultado satisfactorio.

Deberé utilizar calzado amplio y que sujete el pie. No deberé coger pesos, ni agacharme, ni caminar en exceso, ya que podría luxar o salirse de la articulación el hueso operado o deformarse el dedo operado.

 La intervención conlleva puntos de sutura, por lo que si la movilidad es muy grande por caminar mucho, se puede retardar la cicatrización al separarse la sutura.

Es totalmente imprescindible que no se mojen las heridas, ya que si así fuera, las heridas se reblandecen y pueden infectarse con el consiguiente retardo de la cicatrización del proceso operatorio.

Puede haber un ligero sangrado, que puede manchar los apósitos quirúrgicos, pero no tiene importancia. Con reposo y levantando los pies dejará de sangrar. No tiene porqué haber dolor, aunque sí inflamación, hematoma o derrame. Es normal, forma parte del proceso.

La intervención ha durado alrededor de dos horas. Sólo sentí los pinchazos de la anestesia, más en el izquierdo porque era el que  peor estaba.  Pensaba dormirme, ya que había tomado una pastilla para ir relajada.  Pero no… no me dejaron, estuvimos charlando tranquilamente e incluso se me hizo corto. El trato fue exquisito, me sentí muy a gusto con José Mª Serna y Carmen, su enfermera. Una vez terminado salí del brazo de Valentín hasta el coche que teníamos estacionado enfrente. Cené, tomé los medicamentos que me había prescrito y a la cama ¡ sin nada de dolor!.

Continuará…

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