Intentaremos conseguir que los viajes largos, tan típicos en verano, no sean una tortura para nuestra circulación. Los espacios reducidos en los medios de transporte, junto al tiempo que podemos pasar sentados en ellos, son factores que dificultan el retorno venoso.
Los músculos de las extremidades inferiores realizan una acción de masaje sobre las venas, favoreciendo la circulación de la sangre desde las piernas hacia el corazón (circulación de retorno). Pero si durante el viaje estamos demasiado tiempo sin activar la musculatura de las piernas, el retorno se ralentiza, provocando hinchazón, cosquilleo, entumecimiento. Si se nos hinchan un montón los tobillos y los pies no debemos echar la culpa al cansancio del viaje, sino al conocido como » síndrome de clase turista». No tarda en aparecer si llevamos más de dos horas pegados al asiento cuando viajamos, sea en el medio de transporte que sea. Hay mayores posibilidades de aparición de trombos, que no es otra cosa que un coágulo de sangre en el interior de un vaso sanguíneo. Estos trombos pueden viajar hasta el cerebro o hasta los pulmones provocando una embolia o una trombosis pulmonar. Vamos, que no es una tontería.
Para tener un viaje más agradable y para evitar los efectos de esta afección damos unos sencillos consejos:
- Moverse por el pasillo del avión cada hora, beber agua y acomodarse la ropa, calzado y cinturones de forma que no impidan la circulación.Hacer ejercicios contrayendo y estirando las piernas y dormir en posiciones que una extremidad o parte del cuerpo no impida la circulación de la otra.
- Recomendamos tomar una aspirina antes de iniciar el viaje.
- Si el viaje es en coche parar cada dos horas y caminar diez minutos.
- Si hay un reposapies, descansemos los pies en él y evitar llevar las piernas colgando.
No cruzar las piernas. Es como «estrangular las venas».
- Nada de alcohol. Altera la circulación.
- No llevar prendas demasiado ajustadas en las piernas o en el abdomen y si padecemos de varices es muy recomendable usar medias de compresión.
Son personas de más riesgo las que hayan sido intervenidas quirúrgicamente o tengan arteriosclerosis, las embarazadas o quienes hayan dado a luz recientemente, quienes padezcan diabetes o insuficiencia venosa (mala circulación) y, por supuesto, personas que estén tomando Sintrom o anticonceptivos orales.
No olvidemos que los viajes virtuales, que implican navegar por Internet durante horas sin moverse del asiento, también pueden tener consecuencias similares. Hay que moverse…