¿Sabéis que el sésamo nos aporta energía a raudales?
Aunque parezca un sencillo complemento decorativo de pastas o pasteles el sésamo tiene un alto valor nutricional que ya sabían apreciar las antiguas civilizaciones.
Hay muchas variedades que producen semillas de distintos colores (negras, marrones y blancas) y a todas ellas se le atribuyen excepcionales cualidades curativas, gracias a su considerable contenido en proteínas, vitaminas, ácidos grasos esenciales, antioxidantes, minerales y, por supuesto, fibra.
- El sésamo es, junto con la soja, el vegetal más rico en lecitina, componente esencial del tejido nervioso que ayuda a potenciar la memoria y a prevenir el envejecimiento cerebral.
- En épocas de convalecencia viene ideal por sus antioxidantes y vitaminas retardando el envejecimiento celular.
- Mejora el metabolismo por su contenido en ácidos grasos: omega 6 y 9, lo cual ayuda a regular el nivel de colesterol en sangre, además de prevenir arteriosclerosis e hipertensión.
- Nos viene estupendamente para los huesos puesto que, además de su alto contenido en calcio, el sésamo aporta otros minerales necesarios para que este se absorba mejor por el organismo. Es muy rico en magnesio, cobre, fósforo, cinc y cilicio. También posee cantidades importantes de potasio, hierro, selenio, yodo y cromo.
- Su fibra es de muy buena calidad puesto que protege la flora intestinal, sin olvidar que tiene un efecto laxante. Mejora la asimilación de las grasas, por lo que es un buen aliado contra las digestiones pesadas.
Es excelente vegetal se puede consumir a diario, en el pan, en rebozados. ¡Pruebálo!
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