Arranca un año nuevo.Vamos a empezar cada día con una actitud positiva, ¡a sonreir!, aunque nos machaquen con cosas negativas, es esencial para disfrutar de una buena calidad de vida, a pesar de todos los pesares.
Es el momento en que cantidad de personas en todo el mundo hace propósitos para el año nuevo : perder peso, dejar de fumar, hacerse una revisión médica, hacer más ejercicio, cambiar de «look», aprender un idioma nuevo, etc. etc….
Queremos perder peso, ¡ pues adelante!. Pero siendo realistas, no se puede aprender alemán en cuatro dias, se necesita una buena dosis de fuerza de voluntad. Habrá que plantearse objetivos alcanzables para no frustrarse. Perder los kilos que nos sobran no sólo nos ayudará a sentirnos mejor física y anímicamente, sino que además nos ayudará a tener menos papeletas de cara a padecer enfermedades serias como la diabetes, la hipertensión, apnea del sueño, o a agravar otras patologías.
. No existen soluciones mágicas, pero atentos a la frase : ¡si quieres adelgazar, empieza por desayunar!. Muy importante hacer un buen desayuno. Ahora os voy a recordar un refrán popular que está cargado de razón.» Desayunar como un rey, comer como un burgués y cenar como un mendigo». Debemos hacer cinco comidas diarias, procurar no saltarnos ninguna. A media mañana y a media tarde tomar una fruta, un yogur o un puñadito de frutos secos para saciar el apetito y no llegar con demasiada hambre a las comidas principales. Al cuerpo le gusta la rutina, hay que darle siempre lo mismo, es decir, hay que tener un orden. Si empiezo a saltarme comidas intentando adelgazar, sucederá lo contrario, las aprovechará al máximo y engordaremos, notándolo ademas en las zonas que menos nos gusta.
. Acudid a un especialista (tenemos en la farmacia), ellos saben como funciona el cuerpo y si estamos decididos a hacer un pequeño esfuerzo que sea de la manera adecuada. ¡Funciona!. Nos avalan muchas personas satisfechas. Claro, se trata de aprender a comer de otra manera para el resto de nuestra vida, no de, terminada la dieta, volver a las andadas.
. Haced ejercicio de manera regular y empezando despacio, no hace falta practicar deportes complicados ni que le dediquemos mucho tiempo. Caminar una hora, subir y bajar escaleras, andar en bici… Cada uno ha de buscar lo que mejor le vaya. ¡ No hay excusas !
. Masticad bien y ojo con las cosas que no nos convienen nada como embutidos, bollería industrial … Esconderla, que no nos tiente. Yo suelo tener un chorizo de León buenísimo donde los haya, pero lo tengo guardado en un armario y como no lo veo…
. Procurad ir a comprar sin hambre… ¡ o compraréis con el estómago !.
. Bebed mucha agua para mantener una buena hidratación y haced caso omiso a esas «dietas definitivas» que cada cierto tiempo, suelen aparecer prometiendo el oro y el moro sin esfuerzo alguno. En general, estas dietas suelen tener deficiencias en vitaminas y minerales, alteraciones del metabolismo y una monotonía alimentaria que las hace insostenibles en el tiempo y peligrosas para la salud. Ademas que se recupera el peso perdido muy rápido (efecto rebote).
¡Ah!… se me olvidaba, la falta de horas de sueño es un factor de riesgo de obesidad, o sea, que a relajarse y a dormir lo necesario.
Vamos a ponernos manos a la obra y ¡ ánimo ! ¡FELIZ AÑO!