El cabello más bonito

Si queremos tener un cabello bonito tenemos que cuidar nuestro cuero cabelludo, igual que el hortelano cuida la tierra para conseguir buenas plantas, (me vais a permitir la comparación). Poco importa que usemos buenos productos de acabado si el cuero cabelludo no está en buenas condiciones, no está sano. Ni nos durará el peinado, ni estaremos a gusto.Os voy a recomendar unos tratamientos ricos en aceites esenciales y extractos de plantas que son tan eficaces como placenteros. Voy a empezar por la base. Lo primero es preparar bien el terreno. Antes de empezar con cualquier tratamiento, sea cual sea el problema, caída, grasa, caspa dermatitis etc, etc, habrá que sanear, para que lleguen bien los nutrientes.

De tratamiento base aplicaremos Complex 5. Concentrado vegetal regenerador a base de aceites esenciales calientes, lavanda y naranja, ( se notará un ligero calor, según la sensibilidad de cada uno), estimula la microcirculación, regulando la secreción sebácea. Tonifica y sanea el cuero cabelludo fortaleciendo, por lo tanto, el cabello.

  • Primero, sobre el cuero cabelludo seco damos un pequeño masaje, para estimular, con todos los dedos juntos con movimientos circulares por toda la cabeza.
  • Luego aplicamos el producto raya a raya (trae un aplicador que nos facilitará el trabajo). Masajeamos para que se distribuya bien y dejamos actuar unos 10 ó 15 minutos. Después de esto lavaremos con el champú adecuado al tipo de tratamiento que queramos hacer.

  • Como prepara el terreno, aprovecharemos mejor las bondades del siguiente producto, por ejemplo tratamiento anticaída, tratamiento de dermatitis seborréica y otros.
  • Aplicaremos una o dos aplicaciones a la semana, según el caso.

Nuestra experiencia en el mostrador avala este producto, enseguida veréis los resultados.

¡Os animo a que lo probéis!.

Catarros y gripe

Es época de catarros y gripe por lo que lo primero es abrigarse. Vemos en el mostrador cantidad de resfriados por ese motivo. Aparte de huir de corrientes, cambios de temperatura etc., no debemos salir a la calle sin abrigo, bufanda, gorro, guantes…. Ahora sí que estamos en época de catarros y gripes.

Empieza «la temporada alta» de virus y bacterias, que en este tiempo se propagan a sus anchas.

No olvidemos que los antibióticos sólo son eficaces si se trata de una infección bacteriana.

 No nos conviene estresarnos mucho ya que parece que el estrés ralentiza la actividad del sistema inmunológico.

Pues ya lo sabemos: para que los resfriados sean más livianos, la clave está en una buena alimentación, ejercicio y si es necesario un suplemento vitamínico.

 

Manos y pies fríos (síndrome de Raynaud)

En estas fechas en Vitoria hace mucho frío. Esta mañana hacía un aire gélido y las manos, ¡ que pobres ! además de estar expuestas a las inclemencias del tiempo, las sometemos a torturas continuas con detergentes, lejías, lavándolas con agua muy fría o muy caliente. El resultado es resecamiento e incluso grietas.  Para regenerarlas conviene utilizar cremas muy nutritivas, masajeando bien en la zona de las uñas, procurando que penetre para evitar padrastros.
La crema será completa si además lleva protección solar , ya que siempre están ahí en primera línea recibiendo la agresión solar.
Si tenemos siempre las manos frías unos guantes calentitos serán nuestros aliados. Las personas que tenemos síndrome de Raynaud, debemos protegernos más, si cabe.

El síndrome de Raynaud es una enfermedad relativamente frecuente de causa desconocida, pero lo que la desencadena es la exposición al frío o el contacto con el agua muy fría, aunque hay casos (menos frecuentes) en los que es activada por un estímulo emocional, Es un trastorno que afecta a los capilares de las manos y en menor porcentaje a los de los pies, afectando a la circulación normal de la sangre. Los capilares  se contraen y la sangre no puede circular, entonces se quedan los dedos congelados  (es muy desagradable e incluso doloroso). Si nos sucede es necesario masajear las zonas afectadas, (pueden ser varios dedos), y acceder cuanto antes a zonas cálidas.

Para prevenir el fenómeno hacer ejercicio siempre es recomendable ya que ayuda a activar la circulación. Tratar de mantener calientes manos y pies con buenos guantes, calzado y calcetines adecuados. No manipular alimentos congelados, (lo de jugar con la nieve nos sienta fatal). Procurar no estar parado mucho tiempo si las temperaturas son muy bajas y…

¡animo que esto nos nos condicione!.

 

Con estos fríos cuida tu piel

Ahora  en los próximos meses debemos acordarnos del daño que hace el frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura en nuestra piel.

La naturaleza, que es tan sabia, ha dotado a la piel de una barrera protectora. Una capa hidrolipídica, pero aún así, no es suficiente. Las agresiones meteorológicas y los cambios bruscos de temperatura a los que sometemos nuestra piel hacen que pierda agua. con el riesgo de irritarse y descamarse. Además, cuidado con las pieles sensibles, pueden aparecer rojeces ( venitas azuladas ) en varias zonas.

  • La cara siempre está expuesta por lo que es necesario protegerla desde que nos levantamos. Después de una buena limpieza (esencial) por la mañana aparte de hidratarla aplicarermos la protección solar (aunque estemos en otoño el sol está ahí haciendo de las suyas ). El maquillaje también protege y con un indice de protección solar mejor que mejor. La nariz y alrededores merece especial cuidado cuando estamos resfriados ya que los maltratamos sonándonos una y otra vez. Usar una buena crema regeneradora y los días de aire muy frío y seco si estamos en el exterior poner la bufanda de manera que cubra las vías respiratorias.
  • Los labios, tan sensibles ellos, se secan con facilidad con el frío y al notarlos secos a veces tendemos a humedecerlos con saliva, pero este hábito los irrita aun más. Hidratarlos con un producto especifico a la mañana, al mediodía y a la noche una capa generosa para que se regeneren mientras dormimos.
  • El cuello y el escote sufren un montón con la climatología adversa. Esta zona no tiene tantas glándulas sebáceas como la cara por lo que está menos protegida. Vamos a ponernos manos a la obra para lucir un precioso escote en primavera. Aplicamos una crema específica haciendo un masajito hacia arriba.
  • Las manos hay que hidratarlas muy a menudo con una crema nutritiva y si además tiene protección solar, estupendo. No nos olvidemos de tener siempre cuando el frío aprieta unos guantes calentitos.
  • El cuerpo no hay que olvidarlo en las épocas de frío. No nos convienen las duchas demasiado calientes ya que ayudan a eliminar el manto hidrolipídico provocando sequedad ( descamación )  y picor. Agua templadita con un gel suave, secar suavemente e hidratar bien, sobre todo, en codos, piernas y pies. Debemos abrigarnos bien con tejidos transpirables, como el algodón, que ayudan a conservar el calor corporal y permiten la evaporación del sudor a través de ellos. Las prendas sintéticas muy ceñidas pueden provocar irritación y descamación.

 

 

Dolor de garganta (prevención)

La nariz debe calentar y humidificar el aire que respiramos para que llegue a los pulmones en buenas condiciones. Si respiramos por la boca y el aire está muy frío se puede provocar inflamación de garganta (laringitis) y de oídos ( otitis). En estas condiciones estaremos más propensos a coger un catarro o una gripe.

Ahora que ya empieza a hacer frío es conveniente cubrir la garganta. Va siendo hora de lucir ese precioso pañuelo o una bufanda suave para evitar que el aire frío entre en nuestra garganta y, con él, los gérmenes.

Para que la mucosa de la nariz y la garganta estén protegidas hay que evitar la sequedad hidratándonos adecuadamente. Debemos tener a mano el vaso de agua ( a temperatura ambiente se absorbe mejor).

No nos olvidemos que comidas y bebidas muy calientes o muy frías pueden dañar la garganta

Es muy importante lavarse las manos muy a menudo, especialmente después de sonarse la nariz o de haber estado en contacto con algún niño que tenga dolor de garganta. Evitar sustancias irritantes como el humos de los cigarrillos propios o ajenos.

Limitar el consumo de cafeína y alcohol, ya que pueden secar la garganta. Tener una dieta rica en vitamina A, C y E para mejorar la salud de la garganta. Reducir el consumo de alimentos picantes, que pueden hacer que los ácidos estomacales lleguen a la garganta.

Con estas precauciones aguantaremos mejor el frío que se avecina.