Cuando se nos acumula la mucosidad nos cuesta respirar y tendemos a hacerlo por la boca. De esta manera el aire frío entra en los pulmones sin filtrarse, perjudicando a la laringe y a la faringe.A veces el moco se queda en los senos estancado, lo que puede causar una inflamación, o sea, sinusitis.
Si no respiramos bien nuestro sentido del olfato puede debilitarse, nos cansamos más y dormimos peor. Por eso hay que procurar respirar lo mejor posible. Os diré dos fórmulas VAHOS Y LAVADOS NASALES.
Para hacer vahos hervimos agua y añadimos unas hojas de eucalipto. Cubrimos la cabeza y el recipiente con una toalla e inhalamos el vapor, respirando con normalidad hasta que se enfríe el agua, manteniendo los ojos cerrados y teniendo cuidado de no quemarnos.
Para los lavados nasales son muy efectivos los productos elaborados con agua de mar depurada. Al aplicarse a presión, penetran a fondo y descongestionan inmediatamente la nariz. A los bebés y niños muy pequeños les va bien el suero fisiológico en ampollas , colocando la cabeza ligeramente hacia atrás e introduciendo el suero o el agua de mar (ya hay especial para pequeñitos) dentro de cada fosa nasal.
En ambientes secos es conveniente poner un recipiente con agua y eucalipto al lado del radiador, y, si el ambiente es muy seco incluso algún humidificador que libere vapor y aumente la humedad del aire. Esto mejoraría la hidratación de la piel y las mucosas.
La mejor manera de evitar un resfriado es evitar el contacto cercano con los que están resfriados, lavarse las manos regularmente y evitar tocarse la cara.